En la Región Metropolitana se ha recuperado el 80% de los trabajos perdidos en pandemia

Signos de recuperación es lo que refleja el análisis del Observatorio Laboral de Sence de la Región Metropolitana. De acuerdo con el informe, ya se ha recobrado el 78,7% de los 773.344 empleos que se perdieron entre mayo y julio de 2020, cuando se produjo el peak de destrucción de ocupaciones debido a la paralización económica que generó la pandemia.

A la par, la proporción de trabajadores ausentes disminuyó en el mismo lapso desde 24,1% a 10,2%, mientras que la cantidad de personas que habían optado por la inactividad se redujo en 403.311.

Por edad, aquellos ocupados entre 30 y 44 años superaron en casi 41 mil personas el nivel pre Covid-19.

Una situación que se replica entre los inmigrantes, en donde hay casi 175 mil trabajadores más que hace dos años sumando 665.081. Ellos representan el 17,9% del total de ocupados en la RM y se han logrado insertar en mayor proporción en ocupaciones formales (75%).

Los desafíos

Con una magnitud de recuperación del empleo que se desmarca del 58,5% del país, la calidad de los trabajos de los 3.717.506 ocupados de la región -casi 46% del total nacional- enciende una alerta: “Entre los desafíos principales está recuperar los empleos formales”, señala la coordinadora de la entidad, Ángeles Morandé.

En la región las labores informales han recobrado el 91,4% de lo perdido, siendo en la construcción y entre los hombres en donde el empleo más precario ha superado el nivel anterior a la pandemia.

A un paso más lento, la ocupación formal también ha logrado restaurar lo destruido hace un año. Lo ha hecho en un 66,2% y destaca la creación de trabajo en transporte y almacenamiento que sobrepasa el nivel de 2019.

Samuel tiene 37 años, es casado sin hijos y llegó desde Venezuela hace casi tres años. Él ha trabajado en dicho rubro desde entonces, aun cuando de profesión es ingeniero civil. “En realidad gano más en lo que estoy que trabajando de ingeniero”, afirma.

Primero lo hizo en el transporte de pasajeros y ahora lo hace para despacho de mercadería de un supermercado, dado el mayor nivel de ingresos que le genera: “Como ingeniero me dan $ 600 mil, es lo máximo que me han ofrecido, y ahora yo gano eso quincenal”.

Trabajando seis días a la semana, se siente conforme porque le da estabilidad, emite boletas, declara sus rentas y “estoy en el sistema”.

Sumar a más mujeres junto con disminuir la brecha de competencias para que las personas con menos educación puedan participar en el mercado laboral es parte de los retos que identifica directora de Sence de la Región Metropolitana, Verónica Garrido.

Las mujeres en la RM han recuperado el 68,3% de los puestos de trabajo que borró la pandemia en mayo-julio de 2020, mientras que los hombres lo han hecho en 89,2%.

En ambos la informalidad lleva la delantera.

Leticia, de 34 años con cuatro hijos, tomó la decisión de reinsertarse en el mercado laboral. Egresada en la mención de terminación en construcción del Centro Educacional Valle Hermoso en donde se imparte el modelo técnico profesional en la enseñanza media, optó por emplearse de modo informal en una obra como ayudante “sacando los detalles” en las terminaciones de lo que se construye. Luego de nueve años en que se mantuvo inactiva, hace tres meses se le presentó la oportunidad y la tomó: “A mi me gusta y nunca hice nada para seguir lo que me gustaba (…) el sueldo está bueno”.

Con jornadas de lunes a viernes, que parten a las 8.30 y terminan a las 17.30, a la que le suma los sábados en que se trabaja hasta las 13.00, genera unos $ 30 mi al día.

Lleva tres semanas y la labor es hasta fin de mes: “Me gustaría seguir en la construcción (…) por mi haría de todo, voy mirando para ir aprendiendo más”.